Cadáver Exquisito

Participantes del festival le dan vida a un poema a partir de versos consecutivos que nacen del aporte individual de cada uno y que logran construir una experiencia colectiva única, inolvidable y enriquecedora. Tenemos el gusto de compartir el Cadáver Exquisito con la participación de:

 

“Minada” Ana María González. España

“Ruache” Juan Carlos Burgos. España

Selene Navidad. México

Gioconda Burgos. Venezuela

“Checha” Cecilia Guillén Pérez. España

“Hotel K” Cristóbal Gómez. España

“Lúdico” Domingo Martínez. Argentina

 

¡Esperamos que lo disfruten!

Es veraz
lo que intuyeron mis sentidos
con el rugir de sus vellos
se masca una tensa calma
en el oleaje de este mar
donde el hoy
tan mohíno y díscolo
se despegó raudo
de los abrazos del ayer.
Relámpago que alumbra al desengaño
fue el impulso al resorte del rechazo
a todo lo que pudo ser más cálido.
Lanzó la vista a donde corre el tiempo,
al prólogo del sol.
Con el convencimiento en sus adentros,
al afecto sincero se embarcó.
Al afecto sincero se embarcó
sin vacilar,
se liberó de sus amarras
cegó sus sentidos
de aire sus pulmones llenó
mientras reunía los trozos de su disperso corazón
de nueva cuenta…creyó
¡Fue valiente!
Y saltó a los brazos del amor.
Y lo sintió gruñéndole en la sangre.
Lo leyó en cada signo con labios entreabiertos.
Se supo portadora –invisible– de cuarenta y dos gramos de alma.
Una nube feliz e indocumentada cobijó sus ensueños de río poderoso.
Lo asedió de lluvia fresca. Lo albergó entre palabras.
Caminó descalza con el sol de sus ojos adherido a sus caderas.
Vivió dulcemente asida a sus contornos.
Encontró los versos extraviados… y los ofreció
a quien tuvo aterido en su sangre el amarillo cascabel del miedo.
Aterrados ojos inauditos
desvelan oscuro presagio
pánico inesperado,
estrechez de garganta
estrangula un grito,
regurgita despacio
carámbanos en venas rotas
de azul espanto.
Ejércitos de sudarios persiguen a vivos sin latido
mientras se recapitula sobre picos de paloma
el cómo avanzar con un collar de bombillas arrepentidas
hasta la segunda esquina de ingratitud
donde las sirenas arrastran sus colas
con heridas de universos secos.
Liturgia de lluvia y de viento
emulsionan patógenos y polvo
jadeante, extenuado
frente a la invasión viral
rompe el silencio un sórdido estornudo
aparecen por todo el arrabal
aprensivas máscaras inexpresivas
que raro está este carnaval.