Perú
Carlomagno García Ruiz "Soldadito"

Carlomagno, conocido bajo el seudónimo de “Soldadito” , nació en el País de Perú, en donde radica actualmente.

Con una profundidad y una innegable sensibilidad para la escritura “Soldadito”, es pediatra de profesión pero con la poesía impregnada en el alma, actividades que logra desarrollar en paralelo y a las cuáles le imprime un gran carácter de su personalidad. 

Participa de manera activa en distintas plataformas digitales de difusión, así como en redes sociales y en su blog llamado: Un café con el pediatra.

Olas de amor

Las flores,
dos,
extendidas
en
el ancho mar,
caídas sin luna ni sol,
muestran
en su último abrazo,
color de idilio,
espuma
y olas de amor.

Soy fina pluma

He superado los cien kilos de amor
y el alma alegra no saberte un error

¡Soy fina pluma! – me lo repites,
sin gravedad.
Soplan tus besos, voy por los montes,
sin gravedad.

¡Soy fina pluma! – no es un error
los cien kilos robustos de amor

P.D.

Minutos luengos de ver: “The picnic”, pintura de Fernando Botero.

En la corporación

Cuando doblo la esquina,
en la Corporación,
media cuadra antes de llegar al trabajo,
hurto tu imagen de la memoria
y, muy fuerte,
como si fuese este un talismán,
la junto y la aprisiono muy cerca a mi pecho.

Imagino besarte, furtivo.

Cuando doblo la esquina,
en la Corporación (ahora multiplicada),
mi ritual de besarte a escondidas
me enciende, ¡todo se enciende!,
y, en aquella luz,
en su suavidad, con prontitud,
muy minimizado voy desapareciendo.

Media cuadra antes de llegar al trabajo,
cuando doblo la esquina,
en la Corporación,
ahora en el cielo,
me sigo aferrando al talismán
y, veo caer, púrpuras estelas
y, a los oídos,
tu canto arrullador.

Leones

Dibujan los cuerpos
de una pareja de leones
recostados sobre la gran sabana
invisibles pinceles

Es la primera hora de la mañana
y se ve cómo se enjuagan el rostro
con los colores nacientes del alba

Se encorvan con sigilo
como en una intersección
juntan sus cuerpos
saludándose

Luego ella sacude el cerviz
acariciando la melena de él
y en un momento mágico
sus miradas coinciden
rugen
miran el cielo y agradecen

En otro espacio
los invisibles pinceles
dibujan la voz y los cuerpos
de una pareja de seres humanos
que se repiten: “te amo”, “te amo”