Delia Climent es una poetisa española que reside en Alzira, Provincia de Valencia en España.
Apasionada, sensible y creativa, dedica una importante parte de su vida a escribir.
Recientemente publicó su primer poemario que lleva como título: Entre la tierra y un verso.
“Pinceladas de sentimientos, paisajes y recuerdos que se entremezclan enmarcados entre los 4 elementos de la naturaleza: Tierra, Agua, Aire y Fuego”, comenta Delia al hablar acerca de su primer poemario.
La publicación se encuentra disponible en Amazon y en librerías convencionales.
CÁLIDAS
Que lástima no recordar,
que eran sus cálidas manos,
las que alumbradas por la tenue luz
de una pequeña lámpara,
mecían mi cuna con ternura.
Las mismas manos que me alimentaban
cucharada a cucharada,
con calma pero sin pausa,
aunque estuvieran cansadas.
Que lástima, no retener los recuerdos
de cuando era tan pequeña.
Cuando las manos de mi madre
eran mi mejor almohada.
Manos que, como si fueran mágicas,
me sanaban cuando lloraba.
Ahora son las mías
las que desprovistas de sosiego,
estrechan trémulas, las suyas.
ESPEJISMO
Los segundos
han quedado pausados.
Son los constantes acordes de las invisibles chicharras,
los que pautan el tiempo.
Detrás de su apasionado cántico,
solo se escucha el silencio que emana
la estática agua.
Estanque de vida
y
espejo de las montañas
OXÍGENO
Te me escapas
como el viento que se fuga
por la puerta entre abierta.
Ya tus manos no buscan mis abrazos
para calmar las noches de fantasmas.
Ya hace tiempo que no eres el pequeño de la casa.
Lo delata el timbre de tu voz,
aunque escucharte
todavía me sigue oxigenando como el aire que respiro.
PÉRDIDA
Camino descalza
por sendas de arena
por playas de piedra.
Camino en desorden
sin saber dónde estoy
apurando el pasado
sin vivir el presente.
Camino elevando
mi mente perdida.
Cuando los pies
al tocar la Tierra …
Duelen
DÍA 13
Aquel maravilloso día
de medianos de febrero
entre aguas rotas y gritos de aliento
llegaste tú, nadando,
con tu pequeño cuerpo.
Desbordabas a tu paso
sonrisas encantadas,
que nos regalabas entre juegos y cuentos.
Llegaste para colmar de amor nuestras vidas
con tu pensar sociable y tu corazón abierto,
como buena Acuario.
Porque eres agua en la que me baño,
desde aquel trece de febrero.