Venezuela
Yen Martinez

Yen Martínez Martínez, es Licenciado en Dramaturgia, graduado en la Universidad de las Artes en su país natal Venezuela, en la actualidad se encuentra residenciado en la Ciudad de Medellín Colombia.

Escribe poesía desde el año 2010, y participa en movimientos poéticos, a través de talleres y otras actividades inherentes a la poesía.

Ha escrito dos novelas que llevan por título “La Casa del Cañaveral” y “La Guarura” (Es proceso de edición), además escribió una serie de Cuentos “Los Vampiros”. Contribuyó como Escritor Asistente para proyectos de la televisión Venezolana.

En el 2015 fue Director, Productor y Guionista de la Película “A Pesar de Todo”, rodada en Los Valles del Tuy, Venezuela.

En la actualidad escribe una novela experimental titulada “Apacuana, el Origen de la Resistencia”.

El esplendor de la tristeza

Olas de algodón recorren tu cuerpo de seda
Inerte
Mientras dialogas con el dolor más dulce
Hoy el cielo cambió sus colores
Y el destello de tu sonrisa hace sangrar el alma
Olores a musgo y alcohol
Son los que te acompañan
Tu sarcástica inocencia ha hecho las maletas
Y las palomas de la plaza decidieron ponerse en huelga
El resplandor de tu mirada  hoy se ha puesto opaco
Te fuiste de viaje con las paraulatas
Hacer un nido al lado de la luna
Y dejaste que la tarde se durmiera en mis ojos
Embriagando mis emociones con vino y vinagre
Esperando que vuelvan a reír los colibríes.

Regálame la noche

Regálame una noche de amor sobre tu pecho
En un sueño recurrente, con pasión en tus entrañas
En tu piel, en tus espacios, en tu tez y en tus espaldas
Que me inviten a jugar hasta el final de las mañanas
Cuando mi voz se apague
Del deleite de tu cuerpo
Con el mío
En las nubes
En la tierra
Y en el agua

Regálame tus sueños

Regálame tus sueños más allá de la noche
Para embutir el éxtasis que produce la alborada
Regálame una noche para volar en mis sueños
Y destilar el derroche de una de pasión desenfrenada

Regálame tus noches de amor sobre tu almohada
Y con ellas el movimiento de tu cuerpo en marejada
Que con éxtasis constante tendré el honor completo
De entregarme, sin reservas, sin secretos, hasta el alba

Pasión desenfrenada

Si la primavera de tu piel me revela el misterio que hay en tus entrañas
Pintare de rosa la alborada
Escribiré poemas de la noche y tejeré estrellas en tu almohada
Sentirás olor a amanecer y bailaras al son de madrugadas
Amarás el toque de mis manos que rasgará tu piel envuelta en llamas.

En esta noche sin alcohol quiero embriagarme de ti
Para abrir las compuertas de un recuerdo
Y retener las madrugadas en mi pecho
Volar libremente junto a ti, que pintaste mis penurias con despecho y con colores parecidos al invierno.
En esos lugares tan distantes, donde el fuego juega con la lluvia de mis ojos
Que disfrazan la agonía de tu ausencia en despojos
Tan violentos. Tan sublimes
Que me hieren en el alma, en la vida y en mis sueños.
En esta noche sin alcohol me embriagaré de tu recuerdo
Para poder violentar la fantasía de un ensueño
Que deambula esperando que tal vez pienses en mí
Que convierte la utopía de abrazarte
En destellos de tristeza disfrazados de sosiego
Sin matices de esperanza que me duelen en el alma.
En los ojos y en el pecho.

Sueño con atrapar tus labios rosa
En ese cuerpo perfecto
Que se erige como una torre de luciérnagas
Esperando a que mi belleza se acabe dentro del sonido del tic tac de un reloj que no se detendrá
Temeroso
Aferrado a la sombra de un resplandor que no existe
Mientras dices que me amas
Son los amaneceres, las hojas de los árboles y las mezclas de colores al atardecer quienes susurran que estás ahí
Solo en sueños
En las conversaciones diáfanas
Y en todas las incoherencias de la vida misma
Donde pareces sonreír
Y aparentemente te puedo sentir
Necesito de ti
De tu abrazo silencioso
De tu seguridad inmediata
Y de esa maldita autosuficiencia de tu mirar
Que permite que me arrastre persiguiendo el viento
En un mar de equivocaciones que no son más que las incoherencia de mis deseos.